Alergias: Si detectas que el problema es en la piel, pon atención en el uso de desodorantes, cremas o hasta en el rastrillo, ya que pueden ser los causantes de la afección.
Vello: Cuando el vello crece, este puede provocar que se encarne en el área y ocasionar dolor, enrojecimiento, hinchazón y hasta pus.
Ganglios linfáticos: Los ganglios podrían inflamarse por una infección o enfermedad, lo que ocasionará dolor y sensibilidad al tacto.
Lesión muscular: Si practicas algún deporte o te estiraste de más, por accidente, es posible que tengas algún músculo, tendón o hueso lastimado, por lo que te recomendamos descansar y si es necesario, acudir con un especialista.
Condiciones médicas: Esto no es común, pero existen algunas afecciones que pueden ocasionar molestias, como lo es un linfoma, cáncer de mama o un tumor cerca de la axila.
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